Onofre Lovero falleció el sábado 1º de diciembre, según informó la Asociación Argentina de Actores. Este domingo sus restos son velados en la Legislatura Porteña. El lunes a las 9 lo llevarán al Panteón de Actores, en el cementerio de La Chacarita.
Actuó en más de 60 obras teatrales y dirigió más de 20. En cine, filmó una veintena de películas, entre ellas La buena vida, El Santo de la Espada, La vuelta de Martín Fierro, Adiós Roberto, La Cruz Invertida, Frutilla y Juguete rabioso.
El teatro fue, sin dudas, su gran pasión. Según confesó en entrevistas, su vocación nació en la niñez, cuando concurría a ver las obras en las que trabajaba su primo hermano Alberto Rella, en salas del barrio de Villa Crespo.
Lovero transitó su vida entre los escenarios y las instituciones dedicadas al teatro. Además de presidir el sindicato de Actores, fue titular de ProTeatro, director del Teatro Florencio Sánchez, del Centro Argentino del Instituto Internacional del Teatro y creador de la Unión Cooperadora de Teatros Independientes.
Siempre se interesó por generar espacios para los elencos de teatro independiente y brindar oportunidades a los actores y directores para exhibir nuevas manifestaciones artísticas. Fundó el Teatro Popular de la Ciudad y creó el Teatro de los Independientes (actual Teatro Payró), hipotecando para ello la casa de su padre.
En 1996, la Asociación Argentina de Actores y el Senado de la Nación le otorgaron el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable.
Fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, en 2005. Además recibio muchos reconocimientos como el Premio Mecenas en 1998, y ACE en 1996.
También, Argentores lo condecoró por su acción como fundador de teatros en 1995. En 1992 el Fondo Nacional de las Artes le dio el Gran Premio por su trayectoria. Como actor también recibió el Premio Leónidas Barletta.
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